Aquí, servidora, como buena asturiana, adora la empanada. Si
a esto le sumamos que, por parte de madre, tengo sangre gallega y un abuelo
panadero, entenderéis que la empanada es algo casi vital para mí. En realidad,
no es algo que coma todas las semanas (ni siquiera todos los meses) pero en
primavera, época en la que solemos hacer muchas rutas, y en verano, para ir a
la playa o a la piscina, me parece que son un salvavidas para llevar la comida
preparada. Así que, como con tantos otros platos, cuando decidí cortar el
consumo de hidratos de carbono la empanada parecía que iba a convertirse en un
bonito recuerdo con el que sólo podría soñar. Pero además de asturiana, soy muy
cabezona una persona perseverante y pensé que, si es posible hacer una
versión baja en carbohidratos de casi cualquier receta, la empanada no debería
ser una excepción. Así comenzó una labor de investigación que me ha supuesto
varios meses y algún que otro traspiés culinario (nada grave).
Durante todo este tiempo de pruebas y errores he experimentado distintas masas con diferentes resultados. Si bien es cierto que casi todas tienen como base la fathead pizza, he tenido que ir variando las proporciones hasta lograr la empanada que estaba buscando. Algunas veces me quedaba demasiado fina con lo que con poco que el relleno fuera un poco graso el resultado no me gustaba ya que, la masa de por sí, ya es bastante grasa y, aunque no es algo que me preocupe, no es la textura que me apetece. Otras la masa se quebraba y tampoco me servía. Y alguna que otra más, el sabor, sin llegar a ser malo no era el adecuado ya que, desde mi punto de vista, la masa no debe de robarle protagonismo al relleno.
A veces, cuando ya creía que tenía la masa perfecta, me equivocaba con los tiempos de cocción y, lo que prometía muchísimo, acababa convirtiéndose en algo simplemente rico (hablamos de empanada, entiéndase mi nivel de exigencia). Así, pasé por cocer la empanada tal cual de una vez, es decir, base, relleno y cobertura todo a un tiempo. Haciéndolo así me da la sensación de que la parte de abajo queda poco hecha y demasiado blanda: una empanada está hecha para comer con la mano y si la base no es consistente se romperá en cuanto la intentemos coger. El paso lógico a seguir era cocer primero la base para montar luego el relleno y la tapa y cocer todo junto. Me acercaba pero me faltaba afinar con los tiempos ya que la parte de abajo se quedaba muy cocida y tampoco era lo que andaba buscando. Y probando, equivocándome y casi acertando, llegué a conseguir el tiempo de cocción perfecto.
Por evitaros errores innecesarios (para eso ya estoy yo) os contaré que, al principio, extendía la masa con ayuda de papel de horno y un rodillo. Ya os adelanto que no es muy buena idea ya que es una masa muy pero que muy pegajosa y el proceso puede llegar a ser desesperante. Para mí, el mejor paso a paso es el que os indico a continuación:
- Dividir la masa en dos partes iguales.
- Colocar una mitad en la bandeja en la que la vayamos a hornear
- Ir aplastando la masa con las manos hasta que cubra la bandeja.
- Cuando hayamos sacado la base del horno y puesto el relleno viene la parte más difícil: ir poniendo el resto de masa por encima del relleno y distribuyéndola poco a poco hasta dejarlo cubierto. Habrá momentos de zozobra, sobre todo si el relleno es tipo bonito con tomate, pero id poco a poco aplastando con los dedos (o la parte de debajo de un vaso) hasta conseguir que quede cubierto por completo. No apretéis mucho para evitar que desparrame el contenido de la empanada.
Es importante que, durante todo el proceso en el que estéis manipulando la masa, tengáis las manos humedecidas ya que esto hará que no se pegue tanto y sea menos difícil de trabajar.
En cuanto al tema del relleno aquí sí que deberíais dejar volar vuestra imaginación ya que una empanada se puede hacer de (casi) cualquier cosa y estará buena. Al no tratarse de una masa de empanada al uso sí que os aconsejaría que evitarais los rellenos que suelten demasiada grasa tipo el chorizo o similar ya que puede hacerse un poquito pesada. Si tenéis pensado hacerla de verduras, intentad que vayan lo más “secas” posible (podéis intentar cocinarlas un poco antes de montar la empanada y así ya irán soltando algo de su agua) para evitar que humedezcan demasiado la masa y se quiebre al cogerla. También podéis hacerla combinada, es decir, una mitad con un relleno y otro distinto para la otra mitad.
Otra cosa en la que se diferencia bastante de la masa de empanada habitual es que esta no necesitará que la pintéis con huevo para que quede brillantita ya que lo hace por sí sola.
Una vez que la saquéis del horno y podáis manejarla sin quemaros, ayuda a que quede mucho más rica y crujiente sacarla de su bandeja y colocarla sobre una rejilla. Yo suelo utilizar la bandeja de rejilla del horno y, para que ventile bien, la coloco sobre el fregadero de la cocina. Así el aire corre tanto por encima como por debajo y evito que guarde humedad innecesaria.
Y, como último consejo, si la queréis llevar para un día de campo o a la playa, os recomendaría que la hicierais el día antes. Yo no suelo hacerlo así y tengo que levantarme muy temprano para que dé tiempo a que se enfríe antes de guardarla para transportarla. Si la guardáis caliente, es posible que se ablande y, aunque no se estropea, no estará tan rica.
Como siempre, espero que probéis la receta y, sobre todo, saber qué os ha parecido. Si se os ocurre alguna idea para mejorarla, por favor, compartidla. Y, ¿cómo no?, estoy esperando que me contéis cuáles son vuestros rellenos favoritos porque seguro que más de uno me sorprende.
¡Gracias por estar!
Derretimos la mozzarella y el queso crema y los mezclamos bien Añadimos, de uno en uno, los demás ingredientes y vamos mezclando bien Cogemos la mitad de la masa para hacer la base de la empanada Con las manos húmedas hacemos la base de la empanada Metemos en el horno precalentado a 175º hasta que empiece a coger un poquito de color (no mucho para que no se queme luego) Sacamos y ponemos el relleno que hayamos elegido Cubrimos con la mitad de masa que nos restaba. Metemos en el horno hasta que la masa empiece a dorar En esta receta no voy a poner los valores nutricionales ya que dependen enormemente del relleno que se decida poner. No obstante y para que os hagáis una idea aproximada, la masa tiene unos 3gr de carbohidratos netos.Empanada low carb
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Instructions
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